lunes, 11 de junio de 2012

El Jazz en la Alemania Nazi


Transcribo aquí parte de un interesantísimo artículo que retrata la situación del Jazz en la Alemania Nazi.
Si ya estábamos acostumbrándonos a los delirios del Reich (que muy poco tienen de graciosos, por cierto), espero que esto deje de manifiesto lo increíblemente estúpidos que pueden llegar a ser los seres humanos cuando se les da el poder de decidir sobre los demás.
No se pierdan las "condiciones" del final del extracto.
Va con un agradecimiento a Roge por facilitarme el link donde encontrar todo el artículo.

PROHIBICIONES Y CENSURA


El primer director de la Cámara para la Música del Reich fue el compositor Richard Strauss -de la familia de los compositores Strauss - quien si bien odiaba el jazz, no tenía tan mala relación con los judíos, a punto tal que uno de sus hijos estaba casado con una chica judía.

Pero luego de Strauss asumió la dirección el conductor de orquesta Peter Raabe, que era un ferviente activista en el nacionalsocialismo desde la primera hora, que celebraba las leyes y medidas raciales y que en consecuencia con su ideología expresamente declaró como uno de sus objetivos "remover completamente el jazz y la música de baile extranjeros, y reemplazarlos con la obra de compositores alemanes".

Así empezaron las prohibiciones: que iban desde las listas de qué músicos podían tocar y cuáles no, qué piezas podían tocarse y cuáles no; incluso se prohibieron los nombres en inglés -tanto de bandas como de piezas musicales.

A partir de 1935 Goebbels directamente prohibió la difusión por radio de "esa música judeo-negroide del capitalismo norteamericano, tan desagradable al alma germana".

Sin embargo esta medida le trajo algunas complicaciones, ya que los seguidores del jazz comenzaron a sintonizar aún más que antes, radios de otros países, en especial la BBC de Londres, pero también radios de París, Estocolmo, Dinamarca. El problema, junto a la irritación que causaba el hecho en sí mismo, era que además de música, los oyentes podían escuchar propaganda y noticias anti nazis.

Así fue como se llegó a concebir -y de hecho se concretó- la difusión de una diluida forma de música levemente sincopada, que a propósito fue llamada "Jazz Alemán". Goebbels no sólo quería recuperar oyentes, sino que además quería llevar música alegre -pero alemana- a los soldados en los frentes de batalla.

Por lo que se sabe, este llamado "jazz alemán" nada tenía del verdadero jazz, sino tan sólo una mera apariencia.

En los 30's los Nazis tenían una relación amor-odio con el swing, lo pusieron fuera de la ley en el frente interno, colocándolo en la categoría de "arte degenerado", pero, al mismo tiempo, lo usaron para el servicio patriótico. Goebels organizó la orquesta "Charlie and his Orchestra" para difundir versiones nazificadas de los éxitos jazzisticos de moda en esos días. Dirigida por el angloparlante Karl Schwendler, Charlie and his Orchestra radiaron su musica en onda corta y media en los 1930's a Canadá, los EE.UU. y Gran Bretaña.


La idea era atraer a las masas con el tono irresistible del swing y pasar mensajes antijudíos, americanos o ingleses después del segundo o tercer verso. Las difusiones de Charlie and his Orchestra no estaban disponibles para Alemania propiamente tal, pero ello solo acrecentó su leyenda y captaron seguidores clandestinos en la propia Alemania.

Aparece en retrospectiva como ridículo que los efectos de este material fueran los deseados, pero hay que imaginarse a un residente en la costa este de USA durante el período en que la victoria sobre los Nazis no era cosa segura. Si se buscaba en el dial del radio sabiendo que submarinos alemanes se hallaban a millas de su propia casa y escuchar la canción "Submarinos", el efecto probable sería bajar la moral e inspirer miedo y de esta forma la musica cumplió su cometido. (traducción de R.W., fuente Youtube)


Con todo, las medidas para preservar la pureza alemana fueron in crescendo: en 1942 el mismo Goebbeles prohibió todo disco proveniente de Estados enemigos, o que contuvieran composiciones o interpretaciones de músicos enemigos. Esto obviamente incluía al jazz, y de hecho se prohibió toda performance de música norteamericana o inglesa en el territorio del Reich, sin importar quién la tocara.

Estas prohibiciones alcanzaron a penalizar la escucha de radios extranjeras. Los transgresores eran en general descubiertos a través de las redes de espionaje que tenía montadas en toda la sociedad la dictadura nazi, o simplemente de las delaciones de vecinos, encargados de edificios, etc.

Así fue como los bailes y las reuniones de fanáticos para escuchar música tuvieron que quedar únicamente en la clandestinidad, en reuniones privadas o en lugares prohibidos, con altísimos riesgos para sus concurrentes. 

Con todo, el jazz se empecinaba en permanecer, y por lo tanto, si esta música no podía ser eliminada por completo, su ejecución debía ser, rigurosamente reglamentada.

Así es como nos encontramos con una serie de regulaciones extremadamente absurdas, pero que muestran hasta qué punto se preocuparon las autoridades nazis por diluir la verdadera esencia de esa música que, a sus ojos, no hacía más que pervertir el futuro del Reich, la sana y pura juventud aria. Lo que sigue es un extracto de una ordenanza emitida por un organismo burocrático provincial, dependiente de la "Cámara para la Música del Reich":

1. Las piezas en ritmo de fox-trot (o swing), no podrán exceder el veinte por ciento del repertorio de las orquestas y bandas musicales para baile; 

2. En este tipo de repertorio llamado jazz, debe darse preferencia a composiciones en escalas mayores y a letras que expresen la alegría de vivir, en lugar de las deprimentes letras judías; 

3. En cuanto al tempo, debe darse preferencia a composiciones ligeras sobre las lentas (los llamados blues); de todos modos, el ritmo no debe exceder la categoría de "allegro", medido de acuerdo al sentido Ario de disciplina y moderación. De ninguna manera excesos de índole negroide en el tempo (el llamado jazz) o en las ejecuciones solistas (los llamados "breaks") serán tolerados. 

4. Las llamadas composiciones jazzísticas podrán contener hasta un diez por ciento de síncopa; el resto debe consistir en un natural movimiento "legato" desprovisto de histéricas inversiones de ritmo características de la música de las razas bárbaras y promotoras de instintos oscuros extraños al pueblo alemán; 

5. Queda estrictamente prohibido el uso de instrumentos extraños al espíritu del pueblo alemán, como así también el uso de sordinas que convierten el noble sonido de los instrumentos de viento y bronce en aullidos judíos; 

6. También quedan prohibidos los solos de batería que excedan la mitad de un compás en tiempo de cuatro cuartos, excepto en los casos de estilizadas marchas militares; 

7. Queda prohibido a los músicos realizar improvisaciones vocales (scat). 

Una de los trucos favoritos para cumplir las normas contra la música de jazz era "germanizar" el título de la canción, por ejemplo "Tiger Rag" se convirtió en "Schwarzer Panther" (Pantera Negra), la canción "Joseph Joseph! "(una canción con orígenes judíos) se convirtió en" Sie will nicht Schokolade und Blumen" (ella no quiere ni flores ni chocolates).