lunes, 11 de junio de 2012

El Jazz en la Alemania Nazi


Transcribo aquí parte de un interesantísimo artículo que retrata la situación del Jazz en la Alemania Nazi.
Si ya estábamos acostumbrándonos a los delirios del Reich (que muy poco tienen de graciosos, por cierto), espero que esto deje de manifiesto lo increíblemente estúpidos que pueden llegar a ser los seres humanos cuando se les da el poder de decidir sobre los demás.
No se pierdan las "condiciones" del final del extracto.
Va con un agradecimiento a Roge por facilitarme el link donde encontrar todo el artículo.

PROHIBICIONES Y CENSURA


El primer director de la Cámara para la Música del Reich fue el compositor Richard Strauss -de la familia de los compositores Strauss - quien si bien odiaba el jazz, no tenía tan mala relación con los judíos, a punto tal que uno de sus hijos estaba casado con una chica judía.

Pero luego de Strauss asumió la dirección el conductor de orquesta Peter Raabe, que era un ferviente activista en el nacionalsocialismo desde la primera hora, que celebraba las leyes y medidas raciales y que en consecuencia con su ideología expresamente declaró como uno de sus objetivos "remover completamente el jazz y la música de baile extranjeros, y reemplazarlos con la obra de compositores alemanes".

Así empezaron las prohibiciones: que iban desde las listas de qué músicos podían tocar y cuáles no, qué piezas podían tocarse y cuáles no; incluso se prohibieron los nombres en inglés -tanto de bandas como de piezas musicales.

A partir de 1935 Goebbels directamente prohibió la difusión por radio de "esa música judeo-negroide del capitalismo norteamericano, tan desagradable al alma germana".

Sin embargo esta medida le trajo algunas complicaciones, ya que los seguidores del jazz comenzaron a sintonizar aún más que antes, radios de otros países, en especial la BBC de Londres, pero también radios de París, Estocolmo, Dinamarca. El problema, junto a la irritación que causaba el hecho en sí mismo, era que además de música, los oyentes podían escuchar propaganda y noticias anti nazis.

Así fue como se llegó a concebir -y de hecho se concretó- la difusión de una diluida forma de música levemente sincopada, que a propósito fue llamada "Jazz Alemán". Goebbels no sólo quería recuperar oyentes, sino que además quería llevar música alegre -pero alemana- a los soldados en los frentes de batalla.

Por lo que se sabe, este llamado "jazz alemán" nada tenía del verdadero jazz, sino tan sólo una mera apariencia.

En los 30's los Nazis tenían una relación amor-odio con el swing, lo pusieron fuera de la ley en el frente interno, colocándolo en la categoría de "arte degenerado", pero, al mismo tiempo, lo usaron para el servicio patriótico. Goebels organizó la orquesta "Charlie and his Orchestra" para difundir versiones nazificadas de los éxitos jazzisticos de moda en esos días. Dirigida por el angloparlante Karl Schwendler, Charlie and his Orchestra radiaron su musica en onda corta y media en los 1930's a Canadá, los EE.UU. y Gran Bretaña.


La idea era atraer a las masas con el tono irresistible del swing y pasar mensajes antijudíos, americanos o ingleses después del segundo o tercer verso. Las difusiones de Charlie and his Orchestra no estaban disponibles para Alemania propiamente tal, pero ello solo acrecentó su leyenda y captaron seguidores clandestinos en la propia Alemania.

Aparece en retrospectiva como ridículo que los efectos de este material fueran los deseados, pero hay que imaginarse a un residente en la costa este de USA durante el período en que la victoria sobre los Nazis no era cosa segura. Si se buscaba en el dial del radio sabiendo que submarinos alemanes se hallaban a millas de su propia casa y escuchar la canción "Submarinos", el efecto probable sería bajar la moral e inspirer miedo y de esta forma la musica cumplió su cometido. (traducción de R.W., fuente Youtube)


Con todo, las medidas para preservar la pureza alemana fueron in crescendo: en 1942 el mismo Goebbeles prohibió todo disco proveniente de Estados enemigos, o que contuvieran composiciones o interpretaciones de músicos enemigos. Esto obviamente incluía al jazz, y de hecho se prohibió toda performance de música norteamericana o inglesa en el territorio del Reich, sin importar quién la tocara.

Estas prohibiciones alcanzaron a penalizar la escucha de radios extranjeras. Los transgresores eran en general descubiertos a través de las redes de espionaje que tenía montadas en toda la sociedad la dictadura nazi, o simplemente de las delaciones de vecinos, encargados de edificios, etc.

Así fue como los bailes y las reuniones de fanáticos para escuchar música tuvieron que quedar únicamente en la clandestinidad, en reuniones privadas o en lugares prohibidos, con altísimos riesgos para sus concurrentes. 

Con todo, el jazz se empecinaba en permanecer, y por lo tanto, si esta música no podía ser eliminada por completo, su ejecución debía ser, rigurosamente reglamentada.

Así es como nos encontramos con una serie de regulaciones extremadamente absurdas, pero que muestran hasta qué punto se preocuparon las autoridades nazis por diluir la verdadera esencia de esa música que, a sus ojos, no hacía más que pervertir el futuro del Reich, la sana y pura juventud aria. Lo que sigue es un extracto de una ordenanza emitida por un organismo burocrático provincial, dependiente de la "Cámara para la Música del Reich":

1. Las piezas en ritmo de fox-trot (o swing), no podrán exceder el veinte por ciento del repertorio de las orquestas y bandas musicales para baile; 

2. En este tipo de repertorio llamado jazz, debe darse preferencia a composiciones en escalas mayores y a letras que expresen la alegría de vivir, en lugar de las deprimentes letras judías; 

3. En cuanto al tempo, debe darse preferencia a composiciones ligeras sobre las lentas (los llamados blues); de todos modos, el ritmo no debe exceder la categoría de "allegro", medido de acuerdo al sentido Ario de disciplina y moderación. De ninguna manera excesos de índole negroide en el tempo (el llamado jazz) o en las ejecuciones solistas (los llamados "breaks") serán tolerados. 

4. Las llamadas composiciones jazzísticas podrán contener hasta un diez por ciento de síncopa; el resto debe consistir en un natural movimiento "legato" desprovisto de histéricas inversiones de ritmo características de la música de las razas bárbaras y promotoras de instintos oscuros extraños al pueblo alemán; 

5. Queda estrictamente prohibido el uso de instrumentos extraños al espíritu del pueblo alemán, como así también el uso de sordinas que convierten el noble sonido de los instrumentos de viento y bronce en aullidos judíos; 

6. También quedan prohibidos los solos de batería que excedan la mitad de un compás en tiempo de cuatro cuartos, excepto en los casos de estilizadas marchas militares; 

7. Queda prohibido a los músicos realizar improvisaciones vocales (scat). 

Una de los trucos favoritos para cumplir las normas contra la música de jazz era "germanizar" el título de la canción, por ejemplo "Tiger Rag" se convirtió en "Schwarzer Panther" (Pantera Negra), la canción "Joseph Joseph! "(una canción con orígenes judíos) se convirtió en" Sie will nicht Schokolade und Blumen" (ella no quiere ni flores ni chocolates).

lunes, 14 de mayo de 2012

Mangoreando el Jazz local


Después de meses de trabajo, al fin logramos editar el último CD de mi discografía,, "Reescribiendo a Barrios". El disco fue grabado en febrero de este año y lanzado el 24 de abril pasado en el Teatro Tom Jobim, ocasión en la que se celebró oficialmente en Paraguay el Día Internacional del Jazz, dándonos el lujo de festejarlo con música inspirada en el más universal de los compositores paraguayos.

A continuación un breve relato sobre la experiencia de la grabación, la edición y el lanzamiento de dicho material, que ha dado -y está dando- bastante que hablar:

La idea surge a principios de 2011, cuando decido enfocarme por unos años en trabajar sobre compositores universales que admiro a fin de enriquecer mi lenguaje y crecer en técnicas compositivas y orquestales. Para ello, decidí tomar como punto de partida a tipos como el importante compositor español Enrique Granados (sobre quien hice el primer material, con apoyo del CCEJS), el paraguayo Agustín Pío Barrios o el francés Claude Debussy (que está en remojo para una posible futura grabación).

Para tamaña empresa, un ensamble pequeño hubiera sido insuficiente. La multiplicidad de opciones armónicas y contrapuntísticas inherentes a la música de estos compositores hubiera demandado una orquesta entera. A mi modo, armé un pequeño ensamble de cámara: cuatro vientos más sección rítmica. Un ensamble así puede funcionar tanto como un big band así como una camerata.
Tener cuatro vientos me permite escribir cuatro melodías simultáneas mientras el piano cubre el rol armónico.

El CD sobre Granados ("Reescribiendo a Granados") fue un salto al vacío. La música era compleja, con un indiscreto uso de armonías modales y cromáticas, compases de amalgama, cambios de métrica y largas secciones enteramente escritas seguidas de improvisaciones abiertas. El material fue lanzado a mediados de 2011 con muy buen recibimiento en prensa y audiencia.




De algún modo, Granados me dio ánimo para redoblar la apuesta y hacer música sobre Barrios. Tarea difícil para un músico de origen argentino, que no cultiva la guitarra ni la música mal llamada "erudita" (¿qué música no lo es?) en Paraguay.

De algún modo, un CD "jazzístico" sobre Barrios debería ser revolucionario. Ya se ha dicho, creo yo, todo lo que podía decirse sobre las partituras escritas por Mangoré: desde las grabaciones del autor mismo, a las de Berta Rojas y John Williams y las adaptaciones para piano de Oscar Cardozo Ocampo y Lito Barrios.
A mi entender, era hora de dejar de ver la semilla que plantó Barrios y empezar a cosechar sus frutos: crecer a partir de él. Era hora de que Barrios empezara a vivir en las partituras de alguien más, de que como artistas en Paraguay, dejemos de verlo como una pieza de museo y empecemos a tomarlo como influencia compositiva.

Al FONDEC le gustó el proyecto y decidió financiarlo. Con algún retraso, empecé la producción del material hacia agosto de 2011.

Convocar a los músicos fue fácil. A la buena experiencia anterior se sumaba la ausencia de demasiadas opciones locales, por lo que el septeto se vería inalterado, con la excepción de dos músicos: Sebastián Ramírez entraría en la batería en reemplazo de Víctor Morel y Gustavo Pedersen tomaría las riendas del trombón.

El disco se grabaría en el estudio "Félix Pérez Cardozo" de la Radio Nacional, para lo cual su directora actual, Judith María Vera, había puesto en condiciones el lugar. La grabación sería como acostumbramos en el sello Patas Arriba: la banda tocando toda junta, en vivo en el estudio.

Sin correcciones, sin edición. Como hubiera sido una sesión del sello Blue Note hace cincuenta años. Las razones no son caprichos. Tanto el productor Alejo Jiménez como un servidor creemos en la importancia de plasmar en el material la espontaneidad de los músicos. No quisiera imaginarme qué hubiera sido si Miles se hubiera sentado a corregir los "errores" en Kind Of Blue.

Montamos entonces, en esa sala gigante, un estudio de alta tecnología pero de concepto "primitivo". Sin separación acústica entre los instrumentos y sin posibilidad de edición.


El estudio armado y listo para grabar


Al final, después de mucho ensayo y casi sobre la fecha de grabación, una grave lesión en la boca dejó fuera del proyecto a Pedersen y Remigio Pereira salvó la situación con dos ensayos.




La grabación fue, cuando menos, compleja. Nadie había grabado en ese estudio y con esos equipos. Todo podía salir tremendamente mal y nuestro bajista, Miguel Antar, tenía que volver a Sao Paulo unos días después de la tercera sesión, por lo que la sensación era de "ahora o nunca".





A todo esto, se sumaba la presencia de la TV Pública, que realizó un pequeño documental al respecto del CD.

                           

 Después de tres días de sesiones en vivo (y peleas o, como diría nuestro trompetista Gonzalo Núñez, "atardeceres de dulce de leche" por mis discusiones con Bruno Muñoz) terminamos la grabación, incluida la romántica versión de "Julia Florida" a dúo con el cellista venezolano Cruz Almao.


Cruz en el estudio


Nos quedamos con Alejo otra vez con el material candente en las manos para mezclarlo y masterizarlo.


Durante la grabación de "La Catedral - Preludio"


El disco empezó a sonar en radio y, de la mano de Beto Barsotti, la gente fue conociéndolo. A su vez, el realizador y artista plástico Ricardo Álvarez produjo un trabajo al respecto del CD que fue muy visto en Youtube y las redes sociales.

 


A través de la gestión y el apoyo de Barsotti, el Centro Cultural de La Embajada de Brasil se interesó en el material y nos cedió el Teatro Tom Jobim para lanzar el material.

Poder presentar el CD en una sala tan bella como la de la embajada brasilera fue una grata experiencia. Más contando que no sabía si lograría presentarlo en vivo, ya que había tenido que declinar la oferta de usufructo del Teatro Municipal por un viaje inesperado y algún otro teatro me había cerrado las puertas por no ostentar la nacionalidad adecuada (...).

Con la sección de vientos: Bruno Muñoz, "Pepino", Gonzalo Núñez y Remigio Pereira.
Con Cruz Almao durante "Julia Florida"

Bruno Muñoz durante un solo


Presentamos el CD el 24 de abril pasado, a sala llena, en un delicado show con producción de Sonia Esquivel y un servidor. Alejo filmó y grabó el concierto, que consistió en casi todo el contenido del CD.

El contrabajista Miguel Antar no pudo venir desde Sao Paulo y lo reemplazó Josías Montanía en bajo eléctrico.

                                


 El disco se encuentra en su fase inicial de difusión. Planeamos llevar el show al interior en los próximos meses.







sábado, 14 de abril de 2012

Entrevista a Germán Lema en Última Hora

El músico Germán Lema lleva adelante el Instituto Tecnológico de Música Popular y Contemporánea (ITMPC). Actualmente es la única institución que ofrece una tecnicatura superior en Música Popular.

Lema habló con ULTIMAHORA.COM sobre esta escuela que, según explicó, tiene programas similares a los del Berklee College of Music en Estados Unidos. "Se trata de formar una persona que puede entender la música, componer, improvisar, que entienda la historia y la evolución de la música", señaló.

"Es una formación más global que simplemente el instrumento", agregó.

Lema, que tiene un máster en composición contemporánea y licenciado en interpretación jazzística, explicó que peleó por 2 años con la Dirección de Educación Superior para que se le apruebe la carrera. "Ellos también lucharon con la cosa porque como no había una carrera de arte que pudiera ofrecer un título de técnico superior, no había un protocolo para aprobar la carrera", indicó.

"Hicieron un laburo para que yo pudiera adaptarme a ellos y ellos a mí", manifestó. Los alumnos que egresen de la carrera, lo hacen con un título de técnico superior en Música Popular, reconocido por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Pero recién este año consiguieron el reconocimiento del MEC a pesar de que el Instituto funciona desde el año 2010.

Son 3 años de carrera con un régimen semestral. "Son 8 materias y es muchísimo trabajo, muy arduo", aseguró Lema. "Hay una parte intelectual, otra científica, una técnica, con el instrumento, de coordinación física y hay una cuestión emocional, de sensibilidad artística", señaló. Actualmente la escuela funciona en la Escuela Musical Maestro José Luis Miranda, en Fernando de la Mora y cuenta con 15 alumnos.

Según el máster, pretenden trabajar como lo hacen afuera, en las universidades de Europa y Estados Unidos. Lema estudió y obtuvo el título en Irlanda, en el Newpark Music Centre. En poco más de una hora de "charla", Lema esbozó lo que es la carrera en su instituto.

El primer año se trata más de desarrollar el vocabulario musical, ablandar las manos, de prepararse para tocar. Para el segundo, se agregan materias como composición, arreglo, informática musical, música étnica, que se profundiza en el tercer año. "Se va subiendo a través de la escala evolutiva del jazz", expresó.

"Este año tocamos cosas sencillitas para después empezar a expandirnos a lo que fueron los años 40 y 50 y terminamos con el jazz moderno", agregó. Y quizás uno se pregunte por qué el jazz como "música popular" justamente, siendo que este estilo no es consumido a "nivel nacional".

"Popular se llama a la música que no es erudita", explicó Lema. Según el tecladista, es uno de los estilos que más desarrollo tiene a nivel rítmico, armónico y que además está todo documentado. "Podés ir a la fuente y hasta en muchos casos podés hablar con el autor. Es como hablar con Bach si estudiás música clásica", manifestó.

Lema expuso que es un estilo en el que se estandarizó cierto estilo de enseñanza y "que funciona". "Te abre las puertas a otros estilos y realmente lo que te enseña es a entender la música", aseguró el músico.

Germán llegó a Paraguay a los 16 años desde Argentina, manifestó que se formó musicalmente en Argentina pero desarrolló su carrera prácticamente acá. En el 2004, tras pasar un par de años en Francia y otros meses en Paraguay, fue a estudiar a Irlanda. Específicamente a la Newpark Music Centre donde recibió el título de licenciado en interpretación jazzística, para luego obtener una maestría en composición contemporánea por el Waterford institute of Technology.

Estuvo enseñando en Newpark hasta que decidió volver para montar el instituto en Asunción. "Me picaba el hecho de estar enseñando allá y de estar poniendo las pilas allá, en vez de ponerlas acá, que es donde hace falta", expresó Lema.

"Me fui porque acá no había posibilidades y 10 años después de que yo me fui el único lugar donde podés estudiar jazz es acá", manifestó. Pero destacó el nivel de los músicos a nivel local. "Hay excelentes músicos acá", indicó.

Sin embargo recalcó que cuando se tiene el contexto histórico de por qué funcionan esas obras, y cuando se tienen los elementos necesarios, se puede utilizarlos y "dárselos a otros". "Cuando entendés por qué funciona, podés empezar a variar eso. No termina ahí", destacó. De acuerdo con Lema, entender los contextos te da muchísimo poder.

Pero él no se quedó ahí en la calidad de los músicos. Criticó el hecho de que haya quienes "amarretean" el conocimiento. "No se amarretea el conocimiento, que es algo que pasa acá", disparó. Porque para él, antes que competencia, debe haber una retroalimentación entre todos.

La retroalimentación es algo fundamental para la enseñanza de la música pues acelera todo a un nivel rapidísimo, según Lema. "La idea de la escuela es generar una interconexión entre los músicos", dijo, pues considera que es importante estar en contacto con los demás.

Para finalizar, explicó que la proyección que tiene es agregar un año más y lograr la licenciatura en Música Popular, pero es complejo pues depende de una ley del Congreso.


Ley del músico


Por otro lado, Lema habló también de la polémica Ley del Músico que tanto revuelo causó en el ambiente, pero fue rechazada en la Cámara de senadores y luego el diputado Artemio Barrios que la había presentado, se arrepintió de ello.

"Habría que preguntarle a los diputados que la votaron, qué votaron", cuestionó Lema. "La discusión por esa ley no debería haber existido porque fue un delirio de un delirante que encontró eco en un montón de gente que no quería laburar, básicamente", sentenció.

A pesar de que él hubiera sido beneficiado por la ley, se mostró bien en contra. Expresó que no se beneficiaba con esa ley desde el punto de vista de que quiere que la música evolucione y "que haya mejores músicos de los que aprender, mejores músicos con los que tocar música y hacer que este oficio sea más divertido".



http://www.ultimahora.com/notas/519484-German-Lema-y-su-lucha-por-la-evolucion-de-la-musica-popular-en-Paraguay

sábado, 31 de marzo de 2012

Reescribiendo a Barrios

Dos videos sobre el segundo CD de un servidor sobre la música de compositores universales. El primero fue basándome en la música del español Enrique Granados.
En esta oportunidad, sobre el gran compositor paraguayo Agustín Barrios.

Les dejo una entrevista y un pequeño documental.





martes, 24 de enero de 2012

Respuesta a la "Proclama" de César Burián

Voy a tratar de responder a la "proclama" -por llamarla de algún modo- emitida por el Sr. Burián a través de los medios de prensa escrita (http://www.lanacion.com.py/articulo/55961-autor-de-polemica-ley-del-musico-emitio-una-proclama.html). Y digo que voy a tratar, no porque me falten argumentos, sino porque dicha proclama está tan mal escrita, con una gramática digna de un chico de segundo grado, que se hace difícil entender lo que Burián intentó decir.

Para no extender demasiado este artículo, voy simplemente a enumerar las cosas con las que no estoy de acuerdo, en vez de escribirlo con mi bella prosa.

1) El Sr. Burián llama "apología del delito" a que los artistas, en asamblea, decidan juntar firmas para detener un proyecto de ley. Me gustaría que este señor me explique dónde está el delito. ¿En reunirse -prohibida reunión de más de uno-? ¿En juntar firmas? ¿En oponerse a un proyecto de ley? Si ese es el respeto que Burián tiene por el debate abierto y el sistema democrático, el Estado debería repensar si realmente va a ponerlo al frente de la regulación de la actividad profesional de todos los músicos del país.

2) Burián pregona que los artistas que se le oponen no tienen representatividad ya que no tienen gremio ni patrón. Sr. Burián, no somos peones de campo ni empleados administrativos de una empresa. Los músicos somos, en su gran mayoría, trabajadores independientes. No tenemos patrones ni los creemos necesarios.

3) Burián piensa que Rock & Pop es un programa de Ñanduty FM. Sin comentarios.

4) El presidente de facto de la AMP habla del carnet necesario para trabajar de músico en otros países. Me gustaría que mencionase esos países. Yo he trabajado profesionalmente en Irlanda por cuatro años. He enseñado en conservatorios y universidades, he tocado en festivales, hoteles y clubes de jazz. Nunca nadie me pidió un carnet, por la simple razón de que no existe ese requisito. Tampoco me lo pidieron en España, Grecia o Francia.
En Argentina se llevó adelante un proyecto de ley similar. La ley fue votada por el congreso y Néstor Kirchner, en su carácter de presidente de la República, la vetó por inconstitucional. No hay en Argentina necesidad de estar certificado para ejercer como músico.

5) Lo mismo sucede con otro de los argumentos de Burián: el famoso 5% cobrado como impuesto a los artistas. Sr. Burián, se ve que ud. no es músico. No son los músicos los que organizan conciertos en otros países. Son los productores de eventos. Si yo voy a tocar a Brasil, voy con un cachet pagado por una productora. Es esa productora la que debe pagar el 5% del impuesto. No el artista. Hay artistas que son sus propios productores y organizan sus propias giras, pero no es el caso de los grupos de rock que han venido a Paraguay ultimamente. ¿O ud se cree que Aerosmith vino a Asunción a tocar por la recaudación de las entradas? El negocio no es del artista, sino del productor. Al artista se le paga un cachet, el cual se cobra con una factura legal que paga todos los impuestos legalmente establecidos. Es el productor del evento (generalmente empresas paraguayas) quien está haciendo un negocio. El artista es, tristemente, el producto siendo vendido.

Me gustaría seguir refutando a Burián, pero su intrincada prosa no me hace posible entenderlo.

Lo que aquí se discute es lo siguiente:

La ley propuesta por Burián no está de acuerdo con la Constitución Nacional. No es una ley de "regulación" de la actividad musical. Es una ley de "privatización" de la actividad, digna de Carlos Menem. ¿Cómo el Estado paraguayo va a promulgar una ley que regula y limita la actividad del músico y poner esa regulación en manos de un ente privado que no puede ser regulado? ¿Cómo el Estado paraguayo va a cederle los cánones percibidos por los derechos de espectáculos a un ente privado como la AMP, la cual está en flagrante violación de sus propios estatutos cuando su presidente lleva quince años ininterrumpidos de gestión?
A saber: los estatutos de la AMP dicen que las autoridades deben ser renovadas cada dos años. Se entiende que renovar las autoridades no ha sido posible, ya que la AMP no ha sesionado en siete años. Bajo qué artilugio legal el Estado va a darle fondos públicos y potestad de control y regulación a un ente fantasma es un enigma.

Por otro lado, la ley propuesta prohibe a los músicos trabajar sin obtener un carnet habilitante de la AMP. En qué momento el congreso paraguayo se volvió Stalinista es una pregunta que no sé si llegará a ser respondida. ¿No eran liberales los políticos paraguayos? ¿Dónde quedó eso de la libertad de comercio? ¿Cómo es que no pueden regular y controlar a los empresarios del sistema de transporte decadente que tenemos, que juntan la guita con excavadora y vienen a sacarle las posibilidades de trabajar a los que a veces ni llegamos a fin de mes?
Por otro lado ¿quién en la AMP va a decidir a quién se otorga el carnet y a quién no? ¿En base a qué requisitos? Pensemos eso un rato. ¿Cómo demuestro ser músico si no tengo título ni discos grabados? Tocar un instrumento no me hace profesional (yo creo que todos deben poder ejercer, profesionales o no). ¿Le darían un carnet a John Lennon, que cantaba desafinado?

A mí, particularmente, esta ley me beneficia. Mucho. Debo ser el único músico de jazz del país con títulos universitarios. La ley automáticamente elimina mi competencia. Por ende, los músicos de jazz que quieran tocar, tendrían que tocar conmigo, ¡y gratis! (por qué no estoy a favor de esta ley es otro enigma...). Por otro lado, si algún músico de jazz quiere ejercer sin tocar conmigo, deberá obtener un título que lo habilite. El problemita ahí es que la única institución capaz de dar un título habilitante de nivel superior en jazz es el ITMPC, que es mía.

O sea, si yo fuera la mitad de egoista de lo que es Burián estaría en este momento abogando por la instauración de esta ley monopólica que me favorece ampliamente en desmedro de mis colegas y del ambiente musical paraguayo.